Sandra Luberc le gusta follar a otros chicos y lo hace con estilo y una variedad de juguetes agradables, pero su marido descubre lo que está haciendo y la atrapa! Quinton sólo quiere saber que está a salvo y ya que la habitación está pagada, ¿por qué no divertirse un poco?! Además, sabe que su esposa es un fenómeno y ahora se da cuenta de que tiene que mantenerse al día y mantenerla feliz en el saco.