Molly Manning llega a casa después de un largo día de trabajo y, para su sorpresa, encuentra allí al amigo de su hijo, Max. Perfecto para ella porque ha estado trabajando todo el día y necesita un buen masaje. El masaje es tan bueno que la excita muy rápido. Molly aprovecha la oportunidad y hace que Max entierre su lengua y su polla dura en lo profundo de su coño mojado.